
Origen e Historia

El Danzón es un ritmo y un baile de origen cubano creado por el compositor matancero Miguel Faílde (1852-1921) próximo al año 1879 y engendrado por otro género cubano llamado danza, una variación de la contradanza «Baile típicamente cubano, llegó a ser el arquetipo de la música popular con su ritmo característico». Desde principios del siglo XX ha tenido gran arraigo en México, considerándose también parte de la cultura popular de aquel país. En Cuba se interpreta con mayoría de instrumentos de viento, con flauta, violines, timbales y percusión cubana.
El Danzón como Género Musical
El primer danzón conocido, titulado "Las Alturas de Simpson", se escuchó por vez primera el 1 de enero de 1879 en el Liceo de Matanzas. Lo interpretaba una "orquesta típica" de viento, que contaba con cornetín, un trombón de pistones, un figle, dos clarinetes en DO, dos violines, un contrabajo, dos timbales y un güiro criollo. Dicha orquesta estaba dirigida por Miguel Faílde que era el autor del mismo.
El danzón de Faílde se conforma de tres partes de 16 compases, que se denominan: Introducción, parte o trío de clarinete y trío de metales. Interpretado por la llamada "orquesta típica" (mencionada anteriormente) aunque años después se interpretó también con la orquesta llamada "charanga francesa".
El Danzón se bailaba en parejas, hasta número de veinte, provistas de arcos y flores, quienes ejecutaban piezas de cuadro, figuras y pasos con movimientos ajustados al compás de la Habanera, en compás 2/4. En épocas posteriores se usaron abanicos con mucha más frecuencia por las damas.
El Danzón llegó a ser más variado que la Danza; instrumentos específicos protagonizarían cada parte particular en la concepción melódica constituyendo un elemento distintivo de este género lo que se conocería como: parte del violín, parte de la flauta, parte del clarinete según la función e intervención de cada uno.
La base sonora del ritmo está en la utilización del piano. Presentes el contrabajo de tres cuerdas, flauta antigua de cinco llaves, violines primero y segundo, dos timbales, güiro, trombón, claves, con el clarinete o flauta como instrumento relevante. Los instrumentos mencionados constituían la típica orquesta de Danzón. (Sustituida por una Charanga Francesa cuando las condiciones del local requerían de sonoridades moderadas). Una de las figuras cimeras de este género fue Antonio María Romeu, cuyos danzones "El barbero de Sevilla", "La sabrosura", "Tres Lindas Cubanas", por sólo mencionar algunos, fueron de gran éxito entre 1905 y 1940.
El nuevo ritmo produjo en los bailadores un sorprendente impacto. Las alturas de Simpson fue uno de los danzones más escuchados. En las noches se veían obligados los músicos a repetirla a petición de los danzantes.
En la primera y segunda década del siglo XX el danzón comenzó a perfilar su forma definitiva e incorporar elementos de otros ritmos y géneros cubanos, principa Urfé, compositor, director y clarinetista, revoluciona el danzón cubano al insertar, en su parte final, un montuno de son al estilo de los figurados de los treseros orientales". Este danzón fue titulado "El bombín de Barreto".
El danzón fue introducido en La Habana por Miguel Faílde, Antonio Torroella (Papaíto), Raimundo y Pablo Valenzuela. Los nombres de Torroella, Leopoldo Cervantes y Antonio María Romeu, se confunden en la capital con el origen de la charanga con piano. Los compositores más destacados para este formato fueron: Antonio María Romeu, Octavio Alfonso (Tata), Ricardo Reverón, Armando Valdés Torres, Jacobo Rubalcaba, Eliseo Grenet, Abelardito Valdés, Antonio Sánchez Reyes (Musiquita), Silvio Contreras, Orestes López, Israel López (Cachao), Enrique Jorrín y Félix Reina. Fue José Urfé González quien completó la estructura ulterior del danzón, al introducir, en el último trío, un nuevo elemento rítmico: el son.
Surgieron creadores como Raimundo Valenzuela, Chencho Cruz, Corbacho, Felipe Valdés, Antonio María Romeu, Eliseo Grenet, Ricardo Reverón y Pablo O'Farrill, con sus aportes mejoraron el aspecto interpretativo.
Comenzando el segundo cuarto del siglo XX, se desarrollaron en Cuba excelentes orquestas en la interpretación de danzones como la de Antonio María Romeu, en la que tuvo una destacada participación como cantante Barbarito Díez.
Fuera de alguna innovación de tipo instrumental el danzón no sufrió alteraciones hasta que el matancero Aniceto Díaz mezcló varios elementos del mismo con otros del son cubano y creó su danzonete en 1929.
Siguiendo con la influencia del son cubano, Orestes López y su hermano Israel López, contrabajista de la orquesta "Arcaño y sus Maravillas", crean su "Danzón Mambo" en 1938 al que le incorporó al final del danzón un motivo sincopado como el del "Tres" en el son cubano dando origen a un nuevo estilo rítmico en el danzón, que alcanza su mejor definición en otros géneros musicales como el mambo, de Dámaso Pérez Prado y el chachachá de Enrique Jorrín.
El son cubano, ritmo que surge en la zona oriental de Cuba y que sustituyó paulatinamente la popularidad del danzón entre los bailadores, generó tal aceptación al llegar en la primera década del siglo XX a La Habana que con los años se convirtió en el género musical cubano más influyente de ese siglo en el ámbito nacional e internacional, dejando al danzón y su baile como "música del pasado".
Con el surgimiento del danzonete, el chachachá y el mambo, el danzón entró en decadencia.
El Danzón en México
El danzón llegó a México por el año 1890 a través de Yucatán y Veracruz, extendiéndose después a otras zonas. Reafirmó gran popularidad en México, gracias a la afluencia de músicos cubanos como la Orquesta Aragón, Benny Moré o Dámaso Pérez Prado que llegaron a ser un elemento activo en la vida cultural de ese pueblo.
Ha tenido mucho arraigo en México, concretamente en el Puerto de Veracruz, a donde lo llevaron los inmigrantes cubanos, y actualmente forma parte importante de la cultura y tradiciones de dicha ciudad, donde ha sido adoptado como un elemento propio de su identidad.
En el Distrito Federal ha causado gran impacto, actualmente se concentran en esta ciudad la mayor cantidad de bailadores, músicos danzoneros, salones y plazas para bailarlo.
El término utilizado en México para una orquesta de danzón es danzonera. Las agrupaciones de mariachi, así como las bandas de viento tradicionales de Oaxaca y de Sinaloa también interpretan danzones.
Danzones Méxicanos
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"Nereidas", Amador Pérez Torres "Dimas"
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"Juárez", Esteban Alfonso
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"Paludismo agudo", Esteban Alfonso
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"Acapulco", Gus Moreno
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"Pulque para 2", Gus Moreno
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"Mocambo", Emilio Renté
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"Teléfono a larga distancia", Aniceto Díaz
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"La Negra", Gonzalo N. Bravo
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"Playa Suave", Ernesto Domínguez
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"Salón México", Tomás Ponce Reyes
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"Acayucan", Macario Luna
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"Blanca Estela", Emilio B. Rosado
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"Amor del Alma", Vidal Arciga Moncada
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"Flores de Romana", Juventino Rosas Cadenas
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"Cafetales", Abraham Calva
El Danzón en la Sala de Concierto
El compositor mexicano Arturo Márquez ha creado numerosos danzones para gran orquesta y orquesta de cámara. El más famoso es el Danzón no. 2, que desde su estreno en 1994 es ya un clásico del repertorio latinoamericano contemporáneo. El Danzón no. 8 es un homenaje a Maurice Ravel, construido a semejanza de su famoso Bolero.
Danzoneras Mexicanas
Felipe Urban y su danzonera, Amador Pérez Torres Dimas, Acerina y su Danzonera, Luis Arcaraz, La Banda de Sam, Chino Flores, Hermanos Sánchez Rosado, Molina, Pasquel, Alfredo Castañeda y sus Cometas, La Clave de Oro, Alejandro Cardona y su Danzonera, Miguel Ángel Serralde, Solistas de Agustín Lara, Casino de Monterrey, Marimba Chiapaneca, Toño Escobar y sus Locos, Noé Fajardo, José Gamboa Ceballos, Rafael de Paz, Carlos Campos, Everardo y Juan Córdoba, Agustín Pasos, Marciano Pacheco, José Bojórquez, Macario Luna, Emilio B. Rosado y su Orquesta, Danzonera Mandinga de Luis González, Chucho Rodríguez y su Orquesta, Pablo Beltrán Ruiz y su Orquesta, Max Olvera y su Danzonera Azul y Oro, Internacional Danzonera de Sebastián Cedillo, Mariano Mercerón. Víctor Manuel Sánchez García, director de la Danzonera Alma de Veracruz, de 1943 a 1952, Víctor Manuel Sánchez Marín, Director de la Danzonera Alma de Sotavento de 1970 a 1988, Danzonera Sierra Madre, Danzonera Joven del Chamaco Aguilar, Danzonera "José Casquera", Danzonera México, La nueva danzonera de Santa Luna, Danzonera Alma del Tropico de Diego Tejeda Molina (Veracruz), Danzonera La Playa y Danzonera Tres Generaciones
Beneficios
Además de propiciar la convivencia social y cultural, el danzón aporta diferentes beneficios a la salud emocional y física de quienes lo practican, ya que propicia la gimnasia cerebral al aprender y desarrollar los pasos de este tradicional ritmo; Hace que se mantengan con vitalidad tanto en mente, espiritual y físicamente, puesto que es aprenderse el nombre del paso, la ejecución, recordar el compás musical.
Se tienen la oportunidad de conocer nuevas personas, nuevas amistades; entre los jóvenes se fomenta además el respeto a los adultos mayores.
El aprendizaje se va construyendo poco a poco desde cero. No se requiere experiencia previa de baile.
Fuentes de información:
* Wikipedia_La Enciclopedia Libre.
